No me importan tus secretos

Rodrigo, compañero de trabajo y amigo, sorprende a Matia con un inesperado

regalo: el uso y disfrute de un ático en una residencia de lujo del norte de

Madrid.

Se acabó compartir piso, no más turnos para utilizar el único baño, ni novios

entrando y saliendo a horas intempestivas.

Pero nada en la vida es perfecto, el vecino de rellano de Matia será esa nube

negra en un cielo azul.

El anciano se comporta de un modo extraño que inquieta a Matia. Los ruidos que provienen de su

vivienda y la colocación de una cámara para vigilarla no ayudan a tranquilizarla.

¿A qué se dedica su vecino?, debería hacer averiguaciones y lo habría hecho si Novak, el nuevo

portero no hubiera captado toda su atención. El corazón de Matia da saltitos cuando él está cerca,

y cuando Novak confiesa que también se siente atraído ya no hay obstáculos para que ambos

disfruten de su amor, ¿o si los hay?